La plata extendió su racha ganadora durante tres sesiones consecutivas el pasado viernes, impulsada por la creciente probabilidad de que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés la próxima semana. Los precios al contado subieron otro 1,6%, superando la barrera de 42 dólares por onza y alcanzando un máximo intradiario de 42,46 dólares, el nivel más alto desde 2011.
Esta escalada eleva las ganancias semanales de la plata a más del 3%, ya que la inminente decisión de la Fed sobre las tasas aumenta el atractivo de los activos sin rendimiento, como el metal. Además, los recientes datos sobre empleo en Estados Unidos, que señalan una desaceleración económica, han reforzado las expectativas generalizadas de un recorte de 25 puntos básicos.
«El debilitamiento del empleo y una inflación irregular, que ya se ha reflejado en la necesidad de que la Fed reduzca las tasas, están empujando los precios de los metales ante el riesgo de una inflación prolongada», señaló Daniel Pavilonis, estratega senior de mercado en RJO Futures, en una nota de Reuters.
A largo plazo, los analistas vislumbran un mayor potencial alcista. Un reciente informe de Sprott presenta un robusto argumento a favor de los metales preciosos, pronosticando un cambio estratégico que podría alejar la preferencia del dólar estadounidense y los valores del Tesoro, favoreciendo así los activos tangibles. En el caso específico de la plata, el escenario es aún más sólido, respaldado por poderosas fuerzas estructurales, como un déficit de suministro prolongado y un mercado físico en contracción.
En 2025, la plata ha experimentado un aumento superior al 43%, superando incluso el desempeño del oro, lo que la posiciona como uno de los activos con mejor rendimiento del año.
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