La provincia de Nueva Escocia, que recientemente levantó su histórica prohibición de exploración de uranio, no ha recibido ninguna oferta para las solicitudes de propuesta (RFP) relacionadas con tres áreas prospectivas para este combustible nuclear.
Las RFP fueron anunciadas el mes pasado por el gobierno de Nueva Escocia tras la derogación del veto de 44 años sobre el uranio, que entró en vigor a finales de marzo.
Estas RFP invitaban a personas y empresas a solicitar licencias de exploración en tres zonas identificadas por el Departamento de Recursos Naturales con altos niveles potenciales de uranio: East Dalhousie, Louisville y Millet Brook. La fecha límite para postular fue el 11 de junio.
“En el caso del uranio específicamente, no hubo ofertas”, declaró el premier de Nueva Escocia, Tim Houston, a los periodistas en un informe de prensa el jueves.
Houston explicó que el uranio es solo uno de varios minerales críticos que la provincia ha listado para oportunidades mineras, como parte de su estrategia para impulsar lo que considera la “economía con peor desempeño en América del Norte”.
Resistencia al uranio
La decisión de permitir la exploración de uranio ha generado una fuerte oposición. Varias municipalidades solicitaron un aplazamiento para evaluar los posibles impactos, mientras que la Asamblea de Jefes Mi’kmaw de Nueva Escocia condenó la falta de consulta previa.
Además, la sección local de la Asociación Canadiense de Médicos por el Medio Ambiente manifestó preocupaciones sobre riesgos para la salud, advirtiendo que el uranio es radioactivo y químicamente tóxico, con potencial de contaminar fuentes de agua en regiones de alta pluviosidad.
No obstante, el Premier Houston aseguró que la minería de uranio puede realizarse de forma segura. “Existen múltiples métodos para explorar uranio”, comentó a CityNews. La provincia fue centro de exploración de uranio en la década de 1970, con inversiones de decenas de millones de dólares por parte de grandes compañías energéticas como Shell y Esso, antes de que se impusiera una moratoria por razones de salud.
Según la Asociación de Minería de Nueva Escocia (MANS), los métodos de extracción de uranio han cambiado notablemente en los últimos 40 años. En la actualidad, la mayoría se extrae mediante minería por solución (también llamada lixiviación in situ), un proceso que causa menos impacto en la superficie y prácticamente no genera relaves ni rocas de desecho.
Se requiere mayor acción
Ante la falta de respuestas en las RFP, MANS considera que el próximo paso del gobierno debe ser simplificar los trámites de permisos sin sacrificar los estándares ambientales.
“Resolver el tema de los permisos es fundamental, ya que actualmente toma un promedio de 17 años pasar del descubrimiento de un depósito mineral a la minería efectiva, un tiempo demasiado extenso para cumplir con los objetivos climáticos”, expresó MANS en un comunicado emitido el jueves.
“Los permisos constituyen un cuello de botella importante en el proceso. Por eso, diversas jurisdicciones en Canadá y el mundo están implementando medidas para agilizar estos trámites, garantizando al mismo tiempo que se mantengan los más altos estándares ambientales.”
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