Matt Breuillac, especialista en ciberseguridad y hacker ético radicado en Perth, alerta que algunas empresas mineras, contratistas del sector y compañías de energía, junto con sus proveedores de servicios, son actualmente vulnerables y fáciles de hackear. Por ello, recomienda que deben poner a prueba sus sistemas de protección contra ciberataques con mayor rigurosidad.
Originario de Francia, Breuillac ha trabajado como ingeniero químico en la industria nuclear y ha supervisado los procedimientos de emergencia en minas de uranio en Kazajistán.
“Algunas compañías mineras (especialmente las de segundo y tercer nivel en Australia) están terriblemente desprevenidas en sus defensas cibernéticas y muchas tienen un atraso de una década en comparación con Europa”, señaló Breuillac en un comunicado.
“Los cibercriminales pueden causar estragos en las operaciones de las empresas mineras y energéticas”, agregó.
Los atacantes pueden interrumpir las comunicaciones en zonas remotas, lo que podría provocar fallos en el monitoreo adecuado del suministro de combustible u otros insumos esenciales para la minería.
“Vehículos remotos y componentes móviles de plantas de procesamiento, incluyendo el suministro de agua, también podrían ser hackeados e interrumpidos”, explicó. “Básicamente, cualquier elemento conectado a un sistema informático puede ser vulnerado, sin importar si los atacantes están en Australia o en el extranjero”.
Los hackers podrían ser individuos buscando rescate económico o actuar en nombre de países como China, Corea del Norte o Estados Unidos, advirtió Breuillac.
Los ciberataques a empresas mineras están en aumento y representan pérdidas millonarias para la industria minera y energética. En 2023, Rio Tinto sufrió una gran filtración de datos de empleados en la dark web, y Alamos Gold también enfrentó la filtración de documentos confidenciales.
En 2022, Copper Mountain Mining Corporation tuvo que cerrar su planta tras un ataque de ransomware. En 2024, en Australia Occidental, Iluka Resources, productora de tierras raras, reportó un intento de ataque de denegación de servicio (DoS) a su sitio web externo, sin que los atacantes lograran acceder a datos internos. Ese mismo año, Northern Minerals fue víctima de ransomware por el grupo Bian Lian, que publicó documentos robados en la dark web.
Un profesor de la Universidad Edith Cowan en Australia Occidental indicó en 2025 que si un cibercriminal consiguiera paralizar el sector minero de ese estado, los ingresos anuales de Australia podrían reducirse a la mitad.
Breuillac enfatiza que una preparación sólida hoy puede evitar pérdidas multimillonarias en el futuro.
“Sabemos que los ciberataques afectan no solo las finanzas, sino también el crecimiento estable y la licencia social de una empresa”, afirmó. “Si descuidas la higiene cibernética, clientes, inversionistas y otros actores clave pueden perder la confianza en tus productos o servicios. A largo plazo, estar preparado en ciberseguridad fortalece la confianza y reputación”.
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