Barrick Gold, una de las compañías mineras más importantes del mundo y con enorme presencia en Argentina, anunció la culminación de un hito decisivo en su estrategia internacional: la venta de su última mina de oro en Canadá. La operación, valuada en más de 1.000 millones de dólares estadounidenses, fue concretada con la firma Carcetti Capital Corp, un actor emergente en el sector de inversión minera.

Con este movimiento, Barrick Gold, cuyos activos en el país incluyen la emblemática mina Veladero, completa su proceso de desinversión en Canadá, nación donde nació hace casi cuatro décadas y desde la que se expandió como una de las mineras auríferas líderes a nivel global. El cierre de esta operación supone un giro profundo en la estrategia de la empresa, que busca enfocar sus esfuerzos y recursos en otras regiones y activos estratégicos, particularmente en Sudamérica, África y partes de Asia, donde ya cuenta con proyectos de gran envergadura.

La mina vendida, si bien no se detalló su nombre en el comunicado original, era el último activo de Barrick en territorio canadiense, marcando así el final de una era para la compañía. Según fuentes cercanas a la negociación, la transacción fue resultado de meses de análisis y conversaciones, enfocadas en maximizar el retorno para los accionistas y encontrar un comprador capaz de sostener la operación bajo los más altos estándares industriales y ambientales.

“Esta venta representa el paso final en la racionalización de nuestro portafolio de activos. Canadá siempre será parte de nuestra historia y de nuestro ADN, pero nuestras prioridades actuales están en aprovechar las oportunidades de crecimiento en las geografías donde ya hemos construido asociaciones sólidas y contamos con ventajas competitivas”, destacó Mark Bristow, presidente y director ejecutivo de Barrick Gold.

Para Argentina, país donde Barrick continúa operando la mina Veladero —uno de los proyectos auríferos más relevantes del país y motor socioeconómico en la provincia de San Juan—, la noticia es relevante por dos motivos centrales: por un lado, confirma la voluntad de la empresa de focalizarse en sus minas fuera de Canadá; por otro, refuerza el interés y la potencial ampliación de inversiones en jurisdicciones como la argentina, donde la compañía lleva adelante iniciativas de innovación tecnológica y mejora operativa.

Carcetti Capital Corp, el comprador de la mina canadiense, es un fondo de inversión que en los últimos años ha incrementado su presencia en el mercado minero global, adquiriendo activos clave y apostando a la revitalización de operaciones mineras con fuertes compromisos en materia de sostenibilidad y desarrollo local. Directivos del fondo mencionaron que la adquisición permitirá expandir su cartera de activos auríferos y aumentar la producción en un contexto de precios internacionales que favorecen el negocio del oro.

En el transcurso de la última década, Barrick Gold llevó adelante un proceso de optimización de su portafolio, desinvirtiendo activos considerados no estratégicos o de menor rentabilidad. Este enfoque ha sido especialmente visible en países desarrollados como Canadá, mientras que en regiones con potencial de crecimiento y grandes reservas —como Argentina— la empresa ha profundizado su presencia.

El sector minero argentino observa con atención estos movimientos, ya que la experiencia de Barrick puede servir como parámetro para otras multinacionales interesadas en reconfigurar su presencia global. En Veladero, por ejemplo, Barrick ha realizado significativas inversiones en sistemas de gestión ambiental y en proyectos de impacto social, en línea con tendencias internacionales y las expectativas de las comunidades locales.

Analistas del mercado señalan que el retiro de Barrick de Canadá no implica un abandono de los estándares y prácticas que cimentaron su reputación, sino un reposicionamiento estratégico dictado tanto por la dinámica global del mercado aurífero como por la necesidad de concentrarse en jurisdicciones con mayor potencial de desarrollo. Además, la venta generará liquidez que podría destinarse a acelerar proyectos en marcha y a explorar nuevas oportunidades en territorios como Argentina.

En conclusión, la finalización de la venta de su último activo en Canadá representa para Barrick Gold el cierre de un ciclo y el inicio de una nueva fase enfocada en mercados emergentes y de alto potencial, como el argentino. El sector minero local observa con expectativa el posible impacto de esta decisión en la continuidad y expansión de operaciones en el país. Ahora, los ojos estarán puestos en el rol que la minera canadiense desempeñará, especialmente en una Argentina que busca atraer inversiones genuinas y desarrollar sus recursos bajo criterios de sostenibilidad y transparencia.