Mario Capello, exsubsecretario de Desarrollo Minero de la Nación y autor de la ley de regalías mineras de San Juan, lanzó una afirmación contundente que pone en perspectiva el enorme potencial que tiene la minería para transformar la economía argentina: “El cobre es para la minería lo que la soja fue para el campo”. En una entrevista con LVDiez, Capello, también integrante del Grupo Sarmiento y del equipo minero de Patricia Bullrich en 2023, destacó que este mineral puede convertirse en el motor económico que el país estaba esperando, siempre que se adopte una visión estratégica y se implementen políticas coherentes.

El especialista remarcó que aunque Chile exportó más de 52.000 millones de dólares en productos mineros el año pasado, Argentina aún se encuentra inmersa en debates sobre la explotación de sus recursos naturales. Para ponerlo en contexto, el complejo sojero argentino registró exportaciones por 34.500 millones de dólares, cifra que queda muy atrás frente a lo logrado por la minería chilena. “Mientras Chile avanza a paso firme aprovechando sus riquezas minerales, Argentina sigue discutiendo si aprovecharlas o no”, puntualizó.

Capello resaltó que el impacto económico real de la minería va mucho más allá de las regalías provinciales, que actualmente están limitadas a un máximo del 5% calculado sobre el valor “boca mina”. Explicó que en Chile aproximadamente el 81% del valor exportado por el sector minero se queda dentro del país a través de salarios, inversiones, proveedores y servicios, generando un efecto derrame crucial para el desarrollo local y nacional. “El debate no debe centrarse únicamente en las regalías, sino en cómo construir una cadena de valor robusta que fomente empleo y desarrollo sostenible a partir de ellas”, sostuvo.

En cuanto a las discusiones sobre otros minerales estratégicos, Capello fue enfático al señalar que, aunque el litio ha cobrado relevancia mundial por su uso en baterías y tecnologías limpias, es en realidad el cobre el verdadero protagonista de la transición energética. “El cobre es fundamental para la electromovilidad y para impulsar energías renovables, lo que lo convierte en el principal motor de la transición energética que necesitamos”, afirmó.

Respecto a las políticas fiscales, defendió la implementación de regímenes móviles adaptados a las variaciones internacionales de precios, que permitan maximizar la recaudación sin ahuyentar inversiones. “Es clave encontrar un equilibrio que incentive el desarrollo minero, con reglas claras y estables, pero también con capacidad de ajuste frente a la volatilidad del mercado global”, explicó.

Uno de los puntos que Capello subrayó con preocupación fue la gestión y transparencia en el uso de las regalías mineras, con especial foco en San Juan. Señaló que el departamento de Iglesia recibió más de 260 millones de dólares entre regalías y fondos fiduciarios, pero ese volumen de recursos no se traduce en mejoras notables en su desarrollo socioeconómico. “Los recursos mineros deben administrarse con criterio técnico, independencia y control ciudadano para asegurar que beneficien realmente a las comunidades locales y contribuyan a un desarrollo equitativo”, alertó.

Finalmente, el experto lanzó una invitación a los gobiernos provinciales, especialmente Mendoza, y a todo el país para cambiar la perspectiva histórica que ha dominado la visión sobre los recursos naturales. “Argentina perdió dos siglos mirando solo la pampa húmeda y no prestando atención a la cordillera. Debemos mirar hacia el oeste con la misma ambición y planificación con que en su momento se desarrolló el campo. La minería, con un marco adecuado, puede ser el motor económico del próximo siglo para nuestro país”, concluyó.

En suma, la visión de Mario Capello se presenta como un llamado urgente a repensar y aprovechar inteligentemente la riqueza minera argentina. Con políticas coherentes, transparencia y planificación estratégica, el cobre y otros minerales pueden convertirse en el puntal para diversificar la matriz económica nacional y generar desarrollo sostenible para las provincias mineras y el país en su conjunto.