Una profunda controversia estalló en Mendoza tras la eliminación del informe técnico crítico sobre el proyecto minero San Jorge (PSJ Cobre Mendocino) de la página oficial del CONICET Mendoza, justo cuando el proyecto se encuentra en plena discusión legislativa. La controversia ha generado denuncias de censura y presiones políticas, poniendo en jaque la independencia científica del organismo y generando un intenso debate en el ámbito político y ambiental de la provincia.

El informe original, elaborado por científicos del CONICET, alertaba sobre importantes deficiencias en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por la empresa a cargo del proyecto San Jorge, cuyos planes contemplan la explotación minera en una zona sensible de la cuenca del río Mendoza. Este documento técnico señalaba que el Estudio carecía de datos actualizados y de análisis rigurosos que permitieran evaluar con precisión los posibles impactos ambientales, sociales y culturales del emprendimiento.

De acuerdo con el estudio, faltaban respuestas sustantivas a las observaciones previas y se detectaban carencias en aspectos relacionados con la protección del agua, la flora y fauna nativa, así como en la evaluación de los impactos socioeconómicos y culturales. Los científicos instaban a las autoridades a realizar una revisión integral y a ampliar el estudio antes de avanzar en la aprobación, enfatizando que solo un análisis exhaustivo aseguraría la preservación del medio ambiente y el patrimonio natural de Mendoza.

Estas conclusiones fueron puestas a disposición del público y de los legisladores mediante la web oficial del CONICET Mendoza. Sin embargo, pocas horas después de su publicación, la institución decidió retirar el informe sin ofrecer explicaciones claras, dando lugar a una ola de críticas. Políticos, ambientalistas y actores sociales interpretaron esta acción como un acto de censura que buscaba silenciar las voces técnicas contrarias al avance del proyecto minero.

Entre las denuncias más resonantes se encuentra la formulada por el legislador José Luis Ramón, quien atribuyó la orden de eliminar el documento a la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel. A su vez, referentes del Frente de Izquierda y de otras agrupaciones señalaron presiones ejercidas por autoridades provinciales y funcionarios del Ministerio de Energía y Ambiente sobre los directivos del CONICET, con el fin de modificar la postura científica original.

Ante el escándalo y la creciente tensión pública, el CONICET Mendoza emitió un comunicado institucional en un tono mucho más moderado y menos crítico con el proyecto San Jorge. En este nuevo texto, el organismo reafirmó su compromiso con el desarrollo sostenible y la difusión de evidencia científica, pero evitó cuestionar de manera directa al emprendimiento. Asimismo, destacó su participación en la Comisión Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera (CEIAM) y su disposición para aportar conocimientos técnicos en los procesos de evaluación ambiental provincial.

Esta «reculada» fue percibida por sectores opositores como una capitulación frente a las presiones políticas y una escasa defensa del principio fundamental de independencia científica. El episodio pone en evidencia el delicado equilibrio entre la defensa del rigor técnico y las influencias políticas que suelen envolver la aprobación de proyectos mineros en regiones con recursos naturales estratégicos.

Mientras el proyecto sigue avanzando en la Legislatura provincial, el debate se mantiene abierto sobre la necesidad de asegurar procesos transparentes y fundamentados, donde el conocimiento científico tenga un peso determinante para proteger los ecosistemas y las comunidades afectadas. El caso del CONICET y San Jorge en Mendoza refleja un desafío mayor: cómo armonizar el desarrollo económico con la sustentabilidad ambiental y social en un contexto político complejo.

La noticia ha sido ampliamente comentada por medios locales y nacionales, y sigue generando repercusiones en la agenda política y ambiental argentina, especialmente en un contexto donde la minería es uno de los sectores más polémicos y estratégicos para el desarrollo regional.