La provincia de San Juan se posiciona una vez más como epicentro de la actividad minera en la Argentina, al dar los primeros pasos hacia una nueva etapa de licitaciones que promete marcar tendencia en la industria nacional y captar el interés de actores globales. El Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mineras (IPEEM) ha comenzado a desarrollar los pliegos y condiciones necesarios para abrir la competencia sobre áreas mineras con enorme potencial, destacándose la presencia de uranio y tierras raras, minerales altamente demandados en la actual transición energética.
Esta iniciativa, prevista para concretarse en 2026, despierta expectativas crecientes entre empresas del sector y especialistas, quienes reconocen a San Juan como una de las jurisdicciones más estables y prolíficas para la minería en la región. No es casual que la provincia lidere rankings de inversiones y proyectos, y el anuncio de estas licitaciones reafirma su perfil protagónico en el mapa de los recursos estratégicos.
El IPEEM, organismo encargado de administrar las áreas mineras pertenecientes al Estado provincial, lleva adelante la planificación minuciosa de los pliegos. Su objetivo es sumarse a la tendencia mundial de explorar y poner en producción minerales que ya no sólo son buscados por sus usos tecnológicos tradicionales —como el cobre, oro o plata—, sino también por su rol esencial en la transición hacia energías más limpias y renovables.
De acuerdo a fuentes del organismo, parte de las áreas que se pondrán en licitación incluyen yacimientos de uranio, elemento clave para la generación de energía nuclear libre de emisiones de carbono. En la Argentina, el uranio adquiere un especial protagonismo por la matriz energética nacional y la necesidad de abastecimiento propio de las centrales nucleares, lo que abre puertas a un mercado interno robusto y a potenciales exportaciones.
Por otra parte, se destaca la “sorpresa” del anuncio: el interés por las tierras raras, grupo de 17 elementos químicos fundamentales para la fabricación de imanes de alta potencia, baterías, componentes electrónicos, motores eléctricos y tecnologías vinculadas a la electromovilidad y las energías renovables. A nivel global, la demanda por tierras raras se ha disparado, despierta la atención de potencias industriales y tecnológicas, y posiciona a San Juan como un futuro jugador clave en un segmento hasta ahora poco explorado en el país.
La transparencia y la calidad técnica de los pliegos en preparación figuran entre las prioridades del IPEEM. Se busca atraer a compañías de renombre internacional, con capacidad financiera y know-how probado, pero sin descuidar el componente de desarrollo local y la generación de empleo en la zona de influencia. De hecho, desde el organismo se remarca la intención de promover la participación de empresas argentinas y pymes regionales en los consorcios que resulten adjudicatarios.
Analistas consultados por medios especializados advierten que la licitación de áreas con uranio y tierras raras no solo resultará atractiva desde el punto de vista del negocio, sino que puede sentar un precedente regulatorio para la gestión responsable de estos recursos en Argentina, haciendo foco en estándares ambientales, monitoreo social y control por parte del Estado.
En cuanto al calendario, se espera que en los próximos meses se documenten y difundan los detalles técnicos y legales de cada bloque, para que las empresas puedan avanzar en las evaluaciones preliminares y se asegure la máxima competitividad. Los procesos de licitación estarían abiertos durante 2025, con adjudicación y firma de contratos en 2026, parcelando oportunidades entre exploración, desarrollo y, eventualmente, explotación a gran escala.
El anuncio de San Juan llega en un contexto global donde el acceso a minerales críticos define agendas de seguridad energética y desarrollo industrial. China, Estados Unidos y la Unión Europea han intensificado la búsqueda de fuentes alternativas de abastecimiento, por lo que Argentina —y en particular San Juan— podrían ganar nuevo protagonismo en los mercados internacionales.
La minería argentina enfrenta grandes desafíos, pero también oportunidades: sumar tecnología de punta, fortalecer estándares socioambientales y, sobre todo, asegurar que los beneficios de este renovado ciclo lleguen a las comunidades locales. En ese sentido, las próximas licitaciones en San Juan serán observadas con alta expectativa tanto por el sector minero nacional como por inversores y gobiernos extranjeros, marcando un posible antes y después en la diversificación mineral argentina y la transición energética global.





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