El gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, protagonizó una jornada clave en el Senado, presentándose ante la Comisión de Minería, Energía y Combustibles para participar del debate en torno a posibles modificaciones a la Ley de Glaciares. Su intervención, seguida con atención por referentes de la actividad minera, ambientalistas y legisladores de todo el país, puso de relieve las tensiones y desafíos actuales que atraviesa la Argentina respecto a su desarrollo productivo y la defensa de los recursos hídricos estratégicos.
Con un discurso enfocado en la necesidad de encontrar un punto de encuentro entre la promoción de la minería responsable y la protección efectiva de los glaciares y ambientes periglaciares, Orrego argumentó que es posible armonizar los intereses de desarrollo económico con una gestión ambiental rigurosa. “No podemos permitirnos caer en falsas dicotomías”, sostuvo el gobernador sanjuanino. “La minería es uno de los pilares de generación de empleo, inversión y progreso para nuestra provincia y el país, pero nunca debe avanzar a expensas del ambiente ni del agua, que es nuestra riqueza más preciada”.
Frente a los senadores y representantes de distintos sectores, Orrego recordó la larga tradición minera sanjuanina, pero también hizo hincapié en la vocación de diálogo y respeto por la normativa ambiental vigente. Señaló que la Ley de Glaciares, sancionada en 2010, marcó un antes y un después en la gestión ambiental nacional, estableciendo áreas protegidas y criterios estrictos para las actividades económicas en zonas sensibles. Sin embargo, advirtió que la legislación –a la luz de su experiencia en la gestión y de los avances de la ciencia– requiere “aclaratorias y precisiones” para evitar interpretaciones arbitrarias que puedan frenar inversiones genuinas o desalentar el desarrollo de proyectos estratégicos.
“La defensa de los glaciares y el ambiente son innegociables para San Juan”, enfatizó Orrego, al mismo tiempo que detalló los controles y monitoreos implementados en la provincia. Destacó el trabajo conjunto entre organismos públicos, universidades y empresas para fortalecer la transparencia y la auditoría ambiental. “La minería sanjuanina es un referente de buenas prácticas, innovación tecnológica y responsabilidad social. Apostamos por una actividad que no sólo cumple con la letra de la ley, sino que va más allá, con estándares internacionales”, subrayó.
El gobernador planteó la importancia de revisar los procedimientos de inventario y categorización de glaciares, un aspecto técnico central de la ley que –según su visión– debe actualizarse conforme a los últimos desarrollos científicos y la información satelital disponible. “Es fundamental distinguir con precisión los glaciares y ambientes periglaciares que, por su relevancia hídrica y ecosistémica, deben defenderse taxativamente, de aquellos sectores donde las características lo permitan siempre bajo estricto control y supervisión ambiental”, expresó.
La intervención de Orrego resultó también un fuerte llamado a la responsabilidad federal. Invitó a los legisladores y al Gobierno Nacional a dialogar con las provincias mineras y los actores territoriales antes de avanzar con cualquier reforma. “Sería un retroceso enorme imponer criterios centralistas o decisiones que se adopten sin conocer a fondo las realidades y particularidades locales. El federalismo es la garantía de que podamos crecer con inclusión y sustentabilidad”, destacó el mandatario.
San Juan, una de las provincias con mayor proyección minera del país –especialmente en el desarrollo de oro, plata, cobre y litio–, ha sido frecuente escenario de debates nacionales sobre el impacto y futuro de la minería argentina. La participación de Orrego en el Senado refuerza la postura de los gobiernos provinciales que exigen reglas claras y previsibilidad, pero sin resignar el compromiso ambiental.
Por último, el gobernador abogó por el consenso y el trabajo conjunto entre Nación, provincias, sector académico, empresas y comunidad. “El desafío es grande: generar empleo y divisas, atraer inversiones y respetar el ambiente. Pero es un desafío que podemos y debemos asumir juntos. La Ley de Glaciares puede y debe ser un ejemplo de modernización normativa e institucional en la Argentina”, concluyó Orrego, dejando abierta la puerta para futuros encuentros que permitan avanzar en soluciones equilibradas y sustentables para el desarrollo minero nacional.




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